
Hay reencuentros que dan pena, una dice ¡No por favor, no más Menudo Melcocha, mis oídos sangran, me derrito! Pero hay de reencuentros a idem. Dios los bendiga ésta noche, pues de no ser por ellos no habríamos presenciado la conmemoración de los 18 años de LAAAAAA LUUUUUPITAAAAAAAAAA.
¡Sí señor! Estos dioses melódicos se presentaron con su alineación original éste 14 de noviembre en el Teatro Metropólitan ¡Cómo extrañaba el público a Rosita! fue la que con más cariño se ovacionó. Y Lino Nava, que nunca deja de impresionarnos, fue alumbrado por un reflector, quedando en oscuridad el resto del teatro mientras tocaba los primeros y explosivos acordes de “Ja, ja, ja”. Héctor Quijada, por su parte, se adueñó del escenario con unas contorsiones propias del ser que nace con el don del ritmo.
El concierto abrió con un duelo de baterías entre Domene y el más reciente baterista de La Lupe, prestándose respetos mutuamente como si no se merecieran tal honor. Así comenzó el sonido ecléctico que los caracteriza, que va del rock al funk y de regreso, y que los ha consagrado como una de las bandas más importantes de México. No podría enumerar el setlist completo, pero nos dejaron escuchar tan memorables canciones como “Me cae”, “Funkito”, “Cómo será la mujer”, “Kukulcan”, “Eréndira” Antena”, “El funeral del payaso”, “Hasta morir” y “Hay que pegarle a la mujer”, entre otras.
Nos fuimos de espaldas cuando Rosa cantó “El país de la lujuria”, pero los desmayos no cesaron ahí, continuaron cuando el Abulón de Víctimas del Doctor Cerebro fue invitado al escenario para cantar “Batalla” a dueto con Héctor. Hubo dos momentos conmovedores: cuando tocaron "Llévame", canción listada en el soundtrack de la cinta Km 31 y la dedican a Santa Sabina “por hacer de lo oscuro lo divertido” y cuando Héctor hace un berrinche porque se descomponen las pantallas luminosas (juegos de luz que, mientras funcionaban, hacían las delicias del espectáculo).
Y la diversión no iba ni a la mitad, por supuesto la explosión de endorfinas tuvo mucho que ver con algunas de las últimas canciones, “Supersónico”, la “Paquita disco” y, cómo de que no, “Contrabando y traición”
Una noche inolvidable; los que la presenciamos podremos presumir que sí vivimos cuando estemos en nuestro lecho de muerte, ¡Viva la Lupe, Olé, olé, olé, olé, Lupe, Lupe!
Gracias a ti por la invitación... y menos mal que fue en mis alrededores y no los del Metropólitan (pues la Doctores es colonia vecina). Gran reseña de un gran concierto.
ResponderEliminar¡Saludos!
Waw, parece que esta reseña la relata una periodista dedicada a bandas de rock, hasta pense que fui, solo por el relato que hacer, chica de los ojos bonitos, rifas en las letras, saludos!!
ResponderEliminarAtte
El Pavel